Croacia e Inglaterra se contagiaron del ambiente fantasmal de las gradas del estadio "Rujevica" vacías por una sanción que arrastran los croatas, y empataron a cero en un encuentro marcado por el desatino.
Este resultado pone a España, rival de Inglaterra, con un pie en la fase final de la Liga de Naciones.
Las casi 9.000 butacas del estadio croata permanecieron vacías durante el partido debido a la sanción impuesta a Croacia por un incidente ocurrido en un encuentro de clasificación para la Eurocopa de 2016.
En aquel partido contra Italia, una esvástica apareció dibujada en el césped del campo de Split (Croacia), por lo que los últimos cinco compromisos en casa de los de Ztlatko Dalic se han disputado a puerta cerrada.
Ante la prohibición, algunos aficionado ingleses se subieron a una colina y vieron el partido. Privilegiados fueron por la posición, pero no por el espectáculo vivido en el césped. Balones colgados, alguna falta lejana, en resumen, minutos y minutos tediosos de fútbol sin alma ni pasión.
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