Apasionado al polo, este empresario, de 60 años, compró este modesto club de fútbol de las Midlands (centro de Inglaterra) en 2010 antes de convertirlo de forma inesperada en el campeón de la Premier League.
La victoria del Leicester en 2016, la primera vez que este club se proclamaba campeón de la liga inglesa desde su creación en 1884, desafió todos los pronósticos. A principios de esa temporada su triunfo en la Premier League cotizaba 5.000 a 1 en las apuestas.
Los 'foxes' (zorros), el sobrenombre con el que se conoce a los jugadores del Leicester, habían terminado las otras temporadas en la mitad de la clasificación antes de marcar su hito hace dos años.
A diferencia de otros propietarios extranjeros de clubes ingleses, Vichai Srivaddhanaprabha era muy apreciado por los fans de su equipo.
Éste sabía mimarlos: los aficionados del Leicester tuvieron derecho a una cerveza gratuita y a un pequeño pastel para festejar su sesenta aniversario durante un partido contra el Newcastle en abril del año pasado.
El precio de los abonos del estadio fue congelado durante las últimas cuatro temporadas. Además, Vichai Srivaddhanaprabha dio 2,5 millones de dólares para financiar la construcción de un hospital para niños.
Sin embargo, el presidente del Leicester tenía un capricho extravagante: solía acudir a los partidos como local en su helicóptero personal que aterrizaba en medio del césped.
Tras el empate el sábado de los foxes ante el West Ham (1-1), el helicóptero se estrelló en el parking que se encuentra delante del King Power Stadium.
Pese a su popularidad entre los fans del Leicester, este tailandés era un hombre poco conocido que dejó que su hijo Aiyawatt, con el sobrenombre de "Top", estuviera públicamente al frente de la entidad.
"Se trata de un hombre de negocios próspero, que luchó para conseguir lo que posee", declaró hace dos años a la AFP "Top", vicepresidente del Leicester City.
Altas esferas en Tailandia
En Tailandia, Vichai Srivaddhanaprabha se codeaba con los poderosos, formando parte de los círculos más cercanos a la familia real.
De hecho, el rey de Tailandia le atribuyó en 2013 su apellido, Srivaddhanaprabha ("Luz de la gloria en marcha").
Empezó a crear su fortuna en 1989 cuando sólo gestionaba una tienda de 'duty free' en Bangkok. Ahora esta debe alcanzar a varios miles de millones de dólares.
Su grupo, King Power, se hizo de oro a partir de 2006 cuando logró la concesión de las tiendas de duty free del nuevo aeropuerto internacional de Bangkok, por el que transitan millones de viajeros cada año.
Ferviente budista, Vichai Srivaddhanaprabha no dudó en llevar a monjes tailandeses a Leicester para que bendijeran a los jugadores y al estadio.
Aunque invirtió decenas de millones en el equipo y las infraestructuras del club, prefirió apostar por la compra de jóvenes promesas, como el delantero Jamie Vardy o el francés N'Golo Kanté, en lugar de grandes estrellas.
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