martes, 6 de febrero de 2018

El 6 de febrero de 1958 el Manchester United perdió a ocho jugadores en un accidente aéreo.

No pasa un día sin que Wilf McGuinness no piense en los compañeros de equipo que perdió en el accidente aéreo en Múnich, que acabó con el magnífico equipo del Manchester United, un día como hoy hace 60 años.


El desastre del 6 de febrero de 1958 acabó con la vida de ocho de los jugadores de aquel equipo entrenado por Matt Busby -los Busby Babes, como se les conocía- que había ganado dos ligas seguidas y se había empeñado en discutir el reinado del Real Madrid en Europa.


El club se sobrepuso como pudo y acabó convirtiéndose en el primer equipo inglés en ganar la Copa de Europa, en 1968. El primer británico fue el Celtic de Glasgow escocés, en 1967.


La tragedia sigue en la mente de los aficionados y el mundo del fútbol. Un reloj en Old Trafford, parado a las 15H04, la hora de la accidente, recuerda el drama.


McGuinness, que tiene ahora 80 años, se libró de viajar en el avión porque estaba lesionado. El equipo volvía a casa desde Belgrado tras disputar las semifinales de la Copa de Europa e hizo una escala en la ciudad alemana.


Cuando trató de despegar, en un tiempo infernal, se estrelló. 23 personas murieron. “Piensas en los que se fueron, no piensas en que tú escapaste o no viajabas”, dijo McGuinness, que estaba en un hospital, convaleciente de una operación en la rodilla, cuando se enteró de lo ocurrido.


“Pienso en lo buenos que eran, nunca lo olvidaré. Es lo más importante que me queda. Eran muy especiales y tan jóvenes cuando murieron... Increíble”, añadió.


Para McGuinness, cuya carrera acabó por una lesión prematuramente a los 22 años, dos después del accidente, los dos mejores del equipo eran los centrocampistas Eddie Colman y Duncan Edwards.


“No les llegaba ni a la suela de los zapatos”, explicó McGuinness a la AFP en su casa de Sale, cerca de Manchester (noroeste de Inglaterra).


Los padres de Colman no tenían teléfono y se enteraron del accidente por un amigo del jugador, Steve Fleet, portero del Manchester City, que corrió a su tienda para explicarles lo ocurrido.


Edwards sobrevivió inicialmente, pero murió dos días después en el hospital.


“Hubieran sido el mejor United de la historia. De hecho, lo eran. Lo hubieran ganado todo”, aseguró McGuinness, que asistió a todos los funerales de sus compañeros.


“Pero llegó el accidente, y ocho murieron, y dos no jugaron más. Fueron tiempos muy difíciles, aún ahora”, añadió, mientras se le humedecían los ojos.


Liderados por uno de los supervivientes, Bobby Charlton, con el gran talento del joven George Best y bajo el mismo entrenador que viajaba en el avión, Matt Busby, el United acabó alzando la Copa de Europa de 1968 tras derrotar al Benfica de Eusebio en Londres, en el estadio de Wembley.


McGuinness era entonces parte del cuerpo técnico de aquel equipo. “Pensamos en los jugadores” fallecidos. “Nos dijimos: ‘Esto es para ellos, no para nosotros, es para ellos’”, recuerda McGuinness, que a los 31 años sustituyó al frente del equipo al legendario Busby.

No hay comentarios:

Publicar un comentario