Mario Balotelli, el delantero italiano que fue figura en su selección en esta Eurocopa 2012, es un jugador diferente. Todos reconocen su talento inconmensurable y también que sus veleidades son producto de una infancia complicada, que le marcó de por vida, del delantero que destacó a gran medida. Nacido en Palermo e hijo de ghaneses, Mario Barwuah tenía dos años cuando su familia dejó el pequeño apartamento en el que vivían hacinadas 20 personas en Sicilia para buscar la fortuna en el norte de Italia. Se instalaron en Brescia, allí vivió durante 15 años. Su familia no podía mantenerlo y lo entregaron en custodia a los Balotelli -tres hermanos más, dos de ellos adoptivos-. En un barrio de blancos, Mario tenía un evidente problema de identidad, porque además, estaba obligado administrativamente a visitar cada cierto tiempo a su familia biológica.
Mario, “Supermario” como lo conocen en Italia, debutó como profesional con 15 años. Con esa edad Walter Salvioni lo alineó con el Lumezzane, en un partido de la serie C1. Desde el principio, con ese aire de suficiencia que ha rodeado su vida personal y profesional.
Antes de llegar al Inter de Milan, Balotelli estuvo a prueba con el Barcelona. Era el verano de 2006, Mario estaba en edad cadete y jugó tres partidos de un torneo en el cadete B.
El gesto tierno
“Mi mejor momento fue cuando besé a mi mamá tras el partido”, dijo Mario Balotelli a la televisión italiana Rai Sport, luego de ganar a Alemania por la semifinal. La tierna imagen del abrazo de Balotelli con Silvia circuló de inmediato por Twitter. El delantero reconoció que le dedicó los goles a su madre adoptiva. “Son para mi madre, ella tiene ya sus años y estaba en el estadio. Estoy muy feliz porque sabía que ella estaba allí, y quería dedicárselo en caso de poder anotar”, agregó el jugador de 21 años.
Muy pocas veces festeja los goles.
“¿Me pagan por eso?, ¿Por qué habría que festejar al convertir un gol?"
Mario Balotelli / JUGADOR ITALIANO
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