El Wigan volvió a interponerse en el camino del Manchester City en la Copa de Inglaterra, y tal y como sucedió una temporada atrás, se impuso al conjunto del chileno Manuel Pellegrini, al que apeó de la competición antes de visitar al Barcelona en la Liga de Campeones.
Si la pasada edición el Wigan, entonces entrenado por el español Roberto Martínez, se impuso en la final, en esta ocasión privó a su rival de la revancha en el duelo de cuartos. Dirigido ahora por Uwe Rösler, aprovechó las reservas de su rival, que planteó el duelo con la mente puesta en el choque europeo.
El campeón aprovechó un error del argentino Martin Demichelis, que antes de la media hora cometió un penalti sobre el delantero francés Marc-Antoine Fortuné. El español Jordi Gómez no falló y adelantó a los visitantes.
La precipitación del City se estrelló ante el orden de su adversario. No aprovechó su acoso el conjunto de Pellegrini, que afeó su panorama cuando un disparo de James Perch supuso la culminación del pase de James McArthur al inicio de la segunda parte. EFE
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