El Manchester United aplastó sin piedad al CSKA Moscú (1-4) con tres goles en la primera media hora, dos de ellos del belga Lukaku, un imponente delantero que hizo estragos en la defensa rusa.
Desde su derrota en la final de la Supercopa de Europa ante el Real Madrid, el equipo de José Mourinho no conoce la derrota y suma ya ocho victorias y un empate, tanto en liga como en Champions.
El equipo inglés va por todo esta temporada con una columna vertebral de máximo nivel formada por De Gea, Matic y Lukaku.
Ante las bajas de Pogbá y Fellaini, Mou apostó por un equipo teóricamente defensivo, con Lukaku como jugador adelantado, pero con el talentoso Rashford fuera del once.
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