El Manchester United reapareció, tras dos años de ausencia, en la Liga de Campeones, su “hábitat natural”, como lo calificó el técnico portugués José Mourinho, con una plácida goleada, tras imponerse ayer martes por 3-0 a un timorato Basilea.
Pese a que el equipo de Mourinho siempre parece más cómodo cuando puede dotar de vértigo a sus partidos, este martes el Manchester United demostró que también puede tener la paciencia necesaria para madurar los encuentros ante rivales que, como el Basilea, saltó al terreno de juego con el único objetivo de defender.
Un planteamiento que no parecía presagiar el protagonismo que tuvo a lo largo de todo el encuentro el delantero belga Romelu Lukaku, que evidenció ante el equipo suizo que su juego no se reduce exclusivamente a su portentoso físico.
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