Las jugadas a balón parado están siendo decisivas en el Mundial de Rusia 2018 y si hay un equipo que explota al máximo este recurso es la selección de Inglaterra. Los ‘Tres Leones’ han conseguido el boleto a semifinales al vencer 2-0 a Suecia y uno de los goles fue del defensor Harry Maguire en un tiro de esquina. Sin contar los penales, fue el quinto gol a balón parado de los 11 que suma el equipo de Gareth Southgate en el Mundial.
El éxito del juego aéreo inglés recae en que Southgate elabora sus estrategias de forma muy minuciosa y se inspira en movimientos que son habituales en la NBA y el NFL. Muchos de los desmarques, bloqueos y distracciones que le funcionaron a Inglaterra en la Copa del Mundo tienen sus raíces en el baloncesto y el fútbol americano.
“Me fascina observar las estrategias defensivas y ofensivas que tienen los equipos de la NFL”, había revelado Southgate cuando viajó a Estados Unidos a ver el Super Bowl LII. El propio entrenador confesó que le gusta analizar los partidos de la NBA porque puede obtener mucha información relevante para sus balones detenidos.
Southgate destaca que admira la capacidad de los jugadores de baloncesto para encontrar espacios libres pese a que siempre son cinco contra cinco. La igualdad numérica no les impide a los jugadores encontrar espacios debajo del aro. “Southgate le da una gran importancia al balón parado y por ello fue a ver a los Minnesota Timberwolves entrenarse”, comentó el periodista Darren Fletcher.
Según reveló Fletcher, el DT inglés habló con entrenadores de baloncesto sobre cómo regular los desmarques de sus jugadores y de qué forma pueden crear espacios en las pelotas paradas.
Por ello, cada jugador de Inglaterra tiene instrucciones estrictas de movimientos y ha quedado demostrado en los goles de Harry Kane ante Túnez, en los de John Stones frente a Panamá y también en algunas jugadas que derivaron en infracciones dentro del área como frente a Colombia. El denominador común en todas esas acciones fueron que cada futbolista inglés tenía su hoja de ruta marcada.
En el partido contra Panamá, Ashley Young le hizo una pantalla típica de baloncesto a Murillo y el defensa perdió la marca, dejando a Stones completamente solo para rematar a escasos metros de la portería. A la movilidad precisa se le agregan las buenas ejecuciones de Trippier y Young, encargados de ejecutar los balones detenidos. Ambos recursos confluyen para hacer de los balones parados un arma letal. El gol de Maguire ante Suecia, el que encaminó la clasificación de Inglaterra a semifinales de la Copa del Mundo después de 28 años, otro gran ejemplo de que la NBA y la NFL han colaborado con el éxito de los ‘Tres Leones’.
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