El extremo galés del Tottenham Gareth Bale se sometió ayer a pruebas médicas que han dictaminado que deberá estar unas dos semanas apartado del equipo para recuperarse de una lesión de tobillo que sufrió el jueves en un encuentro de la Liga Europa ante el Basilea (2-2).
Bale, de 23 años, salió en camilla del césped de White Hart Lane tras torcerse el tobillo, si bien el escáner ha descartado que el galés sufra una lesión grave, informó la cadena británica BBC.
A pesar de que los medios británicos apuntaron la posibilidad de que el galés se perdiera lo que resta de temporada, los médicos han avanzado que el jugador podría estar listo para reaparecer el 21 de abril, ante el Manchester City.
En liga, el galés suma 17 tantos y se mantiene como tercer máximo goleador del campeonato, solo por detrás del holandés del Manchester United Robin Van Persie, con 19 goles, y el uruguayo del Liverpool Luis Suárez, con 22.
El buen estado de forma de Bale esta temporada ha levantado rumores sobre su posible marcha a clubes como el Real Madrid, el Bayern Múnich y el Manchester City, que según la prensa británica deberían ingresar 68 millones de euros en las arcas del Tottenham para ficharle.
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