miércoles, 2 de abril de 2014

Los ‘diablos rojos’ salieron de su particular infierno y plantaron cara a los campeones de Europa

Los ‘diablos rojos’ salieron de su particular infierno y plantaron cara a los campeones de Europa en donde Old Trafford aplacó al menos su furia contra el ‘elegido’, David Moyes, aferrado a su ‘buena estrella’ en la Champions. El mismo torneo al que sigue aspirando legítimamente este Bayern dominador, aunque poco inspirado ante De Gea.

Los hinchas del United pueden al menos respirar tranquilos otra semana y seguir poniendo velas al espíritu incorrupto de Alex Ferguson, que presenció una versión algo más decente (aunque apocada) del equipo que dirigió durante 27 años.

Neuer, ante Welbeck

Salió el Bayern como se esperaba, abusando de la posesión, con 285 pases en la primera media hora (frente a los 68 del United) y ni una sola ocasión hasta el minuto 31, cuando tuvo que estirarse por primera vez De Gea, protegido hasta entonces por un auténtico escudo rojo de hasta nueve jugadores metidos en el área.

La mejor ocasión la tuvo sin embargo el ManU en el minuto 39, con un pase largo de Rooney sobre Welbeck, que se plantó por piernas ante Neuer. El portero del Bayern leyó la intención y logró desviar un balón picado inocentemente, que pudo muy bien haber sido el 1-0 antes del descanso.

Los muchachos de Moyes arrancaron con decisión en la segunda parte, presionando arriba y sacando provecho en el minuto 58, en un saque de esquina sacado por Rooney (muy activo durante todo el encuentro y creando peligro desde posiciones más retrasadas). Remató de cabeza Vidic, solo y sin marca, ante la estupefacción de Neuer, que se quedó clavado bajo los palos.

Schweinsteiger, siempre protagonista

Poco duró sin embargo la euforia en Old Trafford. Al cabo de nueve minutos marcó Schweinsteiger, en espectacular bote pronto y a la escuadra, tras una brillante jugada desde el ala de Robben, especialmente insidioso en la segunda parte. El propio holandés se quedó a un paso de sentenciar en tiro cruzado dese la frontal. Dos minutos después se descolgó con una proverbial asistencia que no supo aprovechar Ribéry.

Los de Guardiola apretaron el gas y llegaron con más facilidad en el tramo final, insatisfechos con el 1-1 y deseosos de cerrar su acceso a semifinales. Pero el disparo le salió al final por la culata, con la expulsión del hombre del partido, Schweinsteiger, en una entrada innecesaria a Rooney que le valió la segunda amarilla y le privará de poder jugar la vuelta. ELMUNDO.ES

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