Wayne Rooney salió al rescate del Manchester United, que asaltó la tercera plaza de la Premier con su triunfo en Old Trafford ante el Sunderland (2-0), de la vigésima séptima jornada, pendiente de completar a causa de la final de la Copa de la Liga que disputarán mañana el Chelsea y el Tottenham.
El cuadro de Louis Van Gaal recondujo su situación tras el revés en Swansea en la jornada pasada. Pero sigue presa de su inestabilidad.
El preparador holandés apostó por el colombiano Radamel Falcao. No está disponible Robin Van Persie, lesionado. El jugador cedido por el Mónaco estuvo activo, fue casi determinante, pero no marcó. Ander Herrera se ganó la continuidad en el once y Juan Mata estuvo en el banquillo y salió en la segunda parte.
No lo vio claro Van Gaal. El Sunderland mantenía el tipo. Presionado por la proximidad a los puestos de descenso el equipo de Gustavo Poyet apenas dio facilidades. Una y otra vez, los reds caían en las emboscadas rivales.
El técnico holandés dio un golpe de mano en el descanso. Dejó en el banco al argentina Ángel Di María y sacó al césped al belga Adnan Januzai.
La jugada clave llegó pasada la hora de partido. John O'Shea trabó a Falcao. El árbitro expulsó, por error, a Wes Brown. Rooney transformó el lanzamiento y el United afrontó el choque ante un rival con diez. A cinco minutos del final sentenció con otro tanto de Rooney, de cabeza, que aprovechó un rechace del meta Costel Pantilimon. EFE
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