Se jugaba el último minuto del tiempo adicionado cuando Bristol City hizo historia: Korey Smith apareció sin marca rompiendo el adelantamiento de Manchester United y definió cruzado ante la salida desarticulada de Sergio Romero para sentenciar el partido y dar el golpe en Inglaterra.
El pequeño equipo que marcha tercero en el Championship, la segunda división, ganó 2 a 1 y se clasificó para las semifinales de la Copa de la Liga. Para sorpresivamente sumarse a un exclusivo lote con Manchester City, Arsenal y Chelsea y darle un mazazo a los Diablos Rojos de José Mourinho.
En el Ashton Gate stadium se desató una fiesta colosal, mientras figuras como Ibrahimovic, Pogba, Daley Blind y Lakaku rastreaban explicaciones con la vista clavada en el césped. Dos argentinos estaban entre ellos, Marcos Rojo y Romero. Por eso el estruendo del cachetazo al United llega hasta la selección argentina.
La derrota indignó a Mourinho: “En la primera parte nos faltó la intensidad que ellos tuvieron“, disparó con furia.
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