Un gol al filo del minuto 90 del francés Demba Ba selló ayer en Londres la remontada del Chelsea (2-0) ante el París Saint-Germain, que había ganado por 3-1 en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, y metió a los “blues” en semifinales.
El portugués José Mourinho, que ya guió al equipo inglés a la penúltima ronda de la “Champions” en 2005 y 2007, tratará por tercera vez de alcanzar la final de la máxima competición europea, que el Chelsea ya ganó hace dos temporadas con el italiano Roberto Di Matteo en el banquillo.
Con el ex presidente francés Nicolas Sarkozy atento al juego desde la grada del estadio Stamford Bridge, los visitantes no se escondieron en su área a la espera de un contragolpe, sino que presionaron al Chelsea en su campo desde el inicio buscando un gol que habría evaporado cualquier esperanza de los de Mourinho.
Con todo, el PSG no lograba inquietar al portero Petr Cech, si bien dominaba el centro del campo y lograba cerrar el paso de balones hacia Eto’o.
Hasta la media hora no llegó la primera ocasión clara del partido, un disparo de Lampard desde la esquina izquierda del área que rebotó en la barrera y siguió una trayectoria inesperada antes de que el portero italiano Salvatore Sirigu sacara una oportuna mano para despejar un balón que los aficionados veían ya en la red.
Ese fue el primer aviso de los de Mourinho, que cuatro minutos después, también a balón parado, dieron un golpe de autoridad a la eliminatoria.
A la salida de un córner, David Luiz peinó un balón hacia atrás para que Shürrle, desde el centro del área y sin oposición, rematara el 1-0 y pusiera la semifinal a un solo gol para los locales.
Nada más salir del vestuario tras el descanso, el Chelsea estrelló el balón en el larguero en dos ocasiones consecutivas.
A pesar de su aparente dominio, los minutos pasaban sin que los “blues” lograran el segundo, y Mourinho subió la apuesta sentando a Frank Lampard para dar entrada al atacante francés Demba Ba.
Cavani pudo aprovechar los riesgos que corría el Chelsea, lanzado al ataque, en el minuto 72, pero disparó alto cuando logró plantarse en el área de Cech en un contragolpe, y volvió a hacerlo en otra llegada cinco minutos después.
A pesar de que los visitantes apretaban, la situación era desesperada para Mourinho, que sacó a Torres como tercer delantero a diez minutos del final.
La táctica funcionó, y cuando los nervios en Stamfod Bridge habían alcanzado su clímax, en el minuto 87, Ba se adelantó al central del PSG para llegar a un balón cruzado que la defensa francesa no había podido rechazar y dejarlo en la red antes de celebrar en el córner el pase del Chelsea a semifinales.
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