El Manchester City venció con comodidad (2-0) al Arsenal en un partido amistoso celebrado en el Estadio Olímpico de Pekín y que sirvió de simbólico enlace chino-británico entre el país que acogió los anteriores Juegos Olímpicos y el que ayer inauguró en Londres una nueva edición.
Zabaleta, en el minuto 42, y Yaya Touré, en un error de la defensa de los “gunners” tres minutos después, fueron los goleadores del partido, cuya primera parte fue presidida por una humedad sofocante y la segunda estuvo pasada por agua.
El Nido de Pájaro pequinés, que hace cuatro años acogía la inauguración de los Juegos, las pruebas de atletismo y la final de fútbol olímpico, presentó sólo medio aforo, en una ciudad donde muchas personas extreman precaución debido a las inundaciones que hace apenas unos días causaron 77 muertos en la capital.
El Arsenal se sintió como en casa, ante una afición china vestida casi exclusivamente con sus colores y que les animó como si estuvieran en el Emirates, pero la hinchada, la mayor posesión del balón y las mayores ocasiones no impidieron que el City les ganara al contraataque.
Con las ausencias de destacados jugadores que disputaron la Eurocopa en ambos lados (Silva, Nasri, Balotelli en el City; Van Persie, Mertesacker, Podolski en el Arsenal) el partido fue controlado sobre todo por la delantera de los londinenses, formada por Walcott y Gervinho, pero Agüero y Tévez, en la contra, hicieron mucho daño a los de Wenger.
Al final del partido, el veterano entrenador del Arsenal destacó su sorpresa por haberse encontrado una afición entregada a los suyos: “Si pudiera me los llevaba a todos en un Boeing 747 al Emirates”, bromeó el francés, que no se mostró tan cordial cuando la prensa inglesa le preguntó por el futuro de Van Persie.
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