Diversas pancartas de apoyo al técnico portugués José Mourinho recibieron ayer al Chelsea en Stamford Bridge, en el encuentro de vuelta de las semifinales de la Liga Europa que los “blues” disputan ante el Basilea.
Desde que el Real Madrid quedó eliminado de la Champions esta semana y Mourinho afirmó que la temporada que viene solo desea estar allí donde se le “quiera”, los medios británicos han asumido que las probabilidades de que el portugués regrese al oeste de Londres la próxima campaña son altas.
El español Rafa Bentiez, a cargo del equipo inglés hasta final de temporada, ha rehusado pronunciarse sobre su posible sucesor en el banquillo y señaló en la rueda de prensa previa al encuentro que el equipo solo debía preocuparse por estar concentrado antes de la trascendental cita ante el Basilea.
Benítez volvió a optar en esta ocasión por el también español Fernando Torres para liderar su ataque en un encuentro en el que los ingleses partían con la ventaja adquirida en la ida de las semifinales, en Basilea.
Los “blues” luchan además en la Premier en la recta final de la temporada por mantenerse entre los cuatro primeros de la tabla, en los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones la próxima campaña.
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