domingo, 19 de mayo de 2013
Video Tottenham Hotspur 1 - 0 Sunderland
Tottenham del galés Gareth Bale, que dio una nueva muestra de su talento con un gol desde fuera del área contra el Sunderland (1-0), se quedó fuera de los puestos de Liga de Campeones ante los tres puntos que logró el Arsenal contra el Newcastle (0-1).
Los del portugués André Villas-Boas no se dieron por vencidos y marcaron el tanto de la victoria esta tarde con el tiempo cumplido, si bien la distancia que les separaba de los "gunners" resultaba insalvable desde el inicio de la segunda parte, cuando los de Arsène Wenger se habían adelantado al Newcastle (0-1).
Después de quedarse a las puertas de la Champions con el inglés Harry Redknapp en el banquillo la pasada campaña, los de Villas-Boas cierran una vez más la Premier con un billete para la Liga Europa.
Las gradas de White Hart Lane creían en el milagro al inicio de la tarde, y el encuentro se inició con intensidad: Bale reclamó un penalti en el minuto 20 que el árbitro negó, para su desesperación y la de Villas-Boas, que se llevaba las manos a la cabeza en la banda.
Instantes después, en un encuentro tenso por lo que se jugaban los "spurs", el colegiado mostró una cartulina amarilla al galés por simular una falta.
El público mantenía la atención en lo que sucedía en St. James Park, donde el Arsenal empataba a cero en el tramo final de la primera parte, un resultado que dejaba a los locales a tan solo un gol de la Liga de Campeones.
Tottenham se jugaba esta tarde su pase a la máxima competición europea por tercer vez en su historia, después de haber entrado en el torneo en la temporada 2010-2011, cuando cayeron en cuartos ante el Real Madrid, y también en la campaña 1961-1962, cuando se plantaron en unas semifinales ante el Benfica.
La clasificación era importante para el club, entre otras cosas, como argumento para convencer a Bale de que continúe en el norte de Londres al término de una temporada en la que se ha consagrado como una de las estrellas más notables de la Premier League.
Corría el minuto 51 del partido cuando el jarro de agua fría que la afición del Tottenham había estado temiendo llegó desde Newcastle, donde el francés Laurent Koscielny había marcado el primer gol para el Arsenal y convertía a partir de entonces en inútil cualquier esfuerzo de los de Villas-Boas por ganar el partido.
Los "spurs", además, se encontraban con la que la fortuna les daba la espalda en su partido, y ya adentrados en la segunda parte veían como el balón se negaba entrar en la portería rival tras dos remates consecutivos que sacó primero un defensa de la línea de gol y después rechazó el palo.
Con el Arsenal ya prácticamente sin oposición en Newcastle y sin opciones para que los locales cumplieran su objetivo, Bale quiso dejar una vez más muestra de su valía en el campo y lanzó un disparo lejano que resultó inapelable para el guardameta del Sunderland.
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