El técnico del Arsenal, Arséne Wenger, reconoció que el capitán, Cesc Fábregas, ha estado sometido a "demasiada presión" para su edad, 23 años, durante una temporada en la que el objetivo gunner era acabar con su sequía de títulos.
"Es una carga pesada, demasiado para su edad. Pero es el capitán y Robin van Persie el segundo capitán, por lo que son ellos mismos los que se ponen mucha presión encima", explicó el entrenador galo en declaraciones publicadas el sábado por el tabloide británico Daily Express.
Wenger admitió que el internacional español está cada vez más frustrado en el Arsenal por los casi seis años que lleva el equipo sin alzar ningún trofeo.
Además, esta campaña ha sido especialmente dura para el centrocampista catalán, que ha acudido a un fisioterapeuta personal, financiado por el club inglés, para solucionar sus constantes problemas musculares.
En opinión de su entrenador, parte de culpa tiene la presión que Fábregas tiene en el equipo, en el que además, destacó el importante papel que ha desempeñado toda la temporada a la hora de motivar a sus compañeros y mantener viva en la plantilla la esperanza de lograr un título.
Según el periódico, el Barcelona tiene preparada una nueva oferta de 40 millones de libras (45 millones de euros) por el Cesc, que también podría haber sido tentado recientemente por el Inter de Milán.
No obstante, Wenger sabe que el capitán no tomará ninguna decisión sobre su futuro hasta que la Liga esté terminada.
Esta misma semana, otro de los diarios más sensacionalistas del Reino Unido, The Sun, revelaba que el Arsenal sí está dispuesto esta vez a ceder, aunque a regañadientes, y vender a Cesc por 35 millones de libras (39,5 millones de euros).
Al parecer, la entidad de Londres podría haberse retractado en su decisión del año pasado de no vender por nada del mundo a su jugador, algo que cumplió al rechazar en verano dos ofertas del club azulgrana.
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