El Stoke City infligió al Manchester United, en el arranque del Boxing Day, una derrota (2-0) que puede significar la sentencia del técnico holandés Louis Van Gaal, a quien los medios ingleses le concedían ya pocas horas en el banquillo de los Red.
Un grave error de Memphis Depay en el minuto 19, cuando trataba de ceder, de cabeza, a su guardameta, David De Gea, permitió a Glen Johnson penetrar por la derecha en el área y servir hacia atrás al exbarcelonista Bojan Krkic, que marcó el primero. Sólo siete minutos después, Marko Arnautovic anotó el segundo para el equipo de Mark Hughes, que en la segunda mitad conservó la diferencia. Con tres derrotas consecutivas y eliminado de la Liga de Campeones, la salida de Van Gaal podría producirse en cuestión de horas, apuntan los medios deportivos ingleses.
El Stoke City-Manchester United es el primero de los partidos de la Premier League inglesa incluidos en el Boxing Day.
Van Gaal asumió tener parte de responsabilidad en la situación del equipo y sobre su futuro dejó entrever una posible dimisión. "El club no tiene que despedirme. A veces puedo irme yo mismo", dijo el preparador holandés. "He recibido el respaldo del club siempre. Pero hemos vuelto a perder y no es una situación nueva. Me siento apoyado por los jugadores", argumentó Van Gaal. El preparador asumió la decepción de la afición. "Es lógico después de cuatro derrotas en los últimos partidos", indicó.
Sobre la actitud ante la prensa y las permanentes alusiones a su destitución, el holandés indicó: "No se entiende mi mensaje. Mi mensaje es que los medios de comunicación dicen y escriben cosas que no se confirman y que no tienen que ver con lo que pasa en el Manchester United. Ese fue mi mensaje. No que me sienta herido o lastimado. Estoy acostumbrado a eso".
"Ahora es otra situación. Hemos perdido el cuarto partido y tenemos que esperar y ver", indicó.
El Manchester United acumula cuatro derrotas seguidas, incluida la de la Liga de Campeones ante el Wolfsburgo, y suma cinco consecutivos sin ganar en la Premier. Dos empates y los tres más recientes perdidos.
"Hemos perdido el partido en los primeros 45 minutos porque no nos atrevemos a jugar nuestro fútbol. Eso es mi conclusión", apuntó Van Gaal, que dejó a su capitán Wayne Rooney en el banquillo. El delantero salió en el descanso en el puesto del holandés Memphis Depay.
"Pensé que era lo correcto. Si no, no lo habría hecho", apuntó el técnico, que reconoció que el equipo acusa la enorme presión con la que afronta cada compromiso.
"Ese es ahora el gran asunto. Trato de hacer todo, pero la presión será mayor en cada partido y tenemos que resolver ese problema. Es más difícil, porque yo también soy parte de los cuatro partidos que hemos perdido y la gente está pendiente. Tengo que lidiar con eso. Pero mucho más importante es que los jugadores también tienen que lidiar con eso", apuntó.
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