Esa magia de la Premier League. Esa bendita locura de los finales de partido en el que el guión da giros inesperados. El Arsenal-Chelsea fue una muestra más. El choque se decidió en los últimos diez minutos, contando también el añadido, donde pudo pasar de todo. Marcos Alonso parecía dar la victoria al Chelsea a cinco minutos del final, pero Bellerín empató en el 92’. Aún así, el cuadro de Conte dispuso de una doble ocasión en el último suspiro: Morata falló en el cara a cara ante Cech y Zappacosta, que cazó el rechace, envió el balón al larguero.
Los protagonistas fueron los porteros. Cech en el lado ‘gunner’ y Courtois por parte ‘blue’ fueron salvadores y los mejores futbolistas del primer tiempo. Wilshere, ya después del descanso, abrió por fin la lata para el Arsenal. Poco le duró la alegría al Arsenal por un error incomprensible de Bellerín dentro del área. En un balón dividido midió mal y golpeó el pie de Hazard. Penalti sobre el belga, que él mismo se encargó de patear para igualar el choque.
El segundo gol del visitante fue gracias al desborde de Zappacosta que mandó un centro y allí apareció Marcos Alonso para empujar el balón para el 2-1.
Sin embargo Bellerín tuvo tiempo de remediar el error cometido en el penalti. El lateral catalán apareció cuando todo parecía finiquitado para soltar un zapatazo desde la frontal que dio un punto al Arsenal y quitó dos al Chelsea.
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