Y un día, Carlos Tevez volvió al Manchester City. El delantero cumplió hoy las dos semanas de suspensión –por supuestamente negarse a entrar como suplente en un partido- y se presentó en las instalaciones de los Ciudadanos en Carrington. Sin embargo, el aire espeso y la tensión que se esperaba para el ambiente de la práctica de este jueves no fue tal: el delantero llegó una hora después del cierre del entrenamiento bajo las órdenes de Roberto Mancini y se entrenó solo, sin sus compañeros, acompañado por un integrante del cuerpo técnico del DT italiano.
Según reflejaron los principales medios británicos, Tevez llegó a las instalaciones del City en una camioneta Hummer negra, acompañado por otras tres personas, ocupando la butaca delantera derecha. Vestido con un buzo verde con capucha, fue recibido por personal de seguridad del club y luego realizó una sesión de entrenamiento junto a un preparador físico por aproximadamente una hora y media. Según el diario sensacionalista The Sun, el Apache no tuvo contacto con Mancini o con el resto de sus compañeros, ya que arribó a Carrington cuando todo había terminado.
El contexto para el regreso de Tevez estuvo muy lejos de ser el mejor: ayer, el Manchester City anunció oficialmente, tal como se preveía, que investigará un supuesto "supuesto incumplimiento de contrato" por el incidente en el que se lo acusa al Apache de negarse a ingresar, desde el banco, en un partido ante Bayern Munich por la Champions League.
"Carlos se debe informar con (el entrenador) Roberto Mancini sobre el entrenamiento del jueves", había adelantado un comunicado del City, que además evalúa sancionar al delantero con otras cuatro semanas de suspensión. De todas formas, la sanción definitiva recién se podrá conocer cerca de fin de año, ya que se descarta que el argentino apelará: desde que estalló el incidente viene afirmando, a través de sus allegados, que se trató de un error de interpretación y que él jamás se negó a entrar en ese partido.
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