Ha dirigido sólo un partido, pero ya está metido en un escándalo. Sam Allardyce, técnico de la selección inglesa de fútbol, reconoció participar en una red de corrupción de traspasos en la Premier League. El DT cayó en una trampa con cámara oculta de parte de periodistas del The Telegraph que se hicieron pasar por empresarios.
En el vídeo publicado por The Telegraph se ve a Allardyce en un restaurante con unos supuestos empresarios a los que explica cómo saltarse las reglas de la FA para obtener dinero en los traspasos de la Premier. En el hecho potencialmente más grave de la filmación, el técnico acepta viajar a Singapur y Hong Kong como embajador de la firma de los empresarios ficticios por 400.000 libras (519.000 dólares, 461,000 euros).
Pero además, explica como sortear la prohibición, desde el año pasado, de que terceras partes, casi siempre empresas, sean propietarias de los derechos de los jugadores, en vez de los clubes. Allardyce se burla de la manera de hablar de Hodgson, objeto frecuente de mofa, y dice que su ayudante en la Euro-2016, Gary Neville, tenía que haberse "sentado y cerrado la boca", en alusión a sus constanstes salidas a la banda a dar instrucciones. El nuevo técnico atribuye el fracaso de Inglaterra en el torneo a que sus jugadores tienen "una barrera psicológica".
También critica que el príncipe Guillermo, presidente honorario de la federación inglesa (FA), no asistiese, la semana pasada, a la presentación del logo de la Euro-2020, cuyas semifinales y final se disputaran en Londres. Allardyce sostiene que la FA "gastó estúpidamente 870 millones de libras" en la reconstrucción del estadio de Wembley. En un comunicado enviado al diario, la FA respondió: "hemos pedido a The Daily Telegraph que nos suministre todos los hechos en relación a este asunto". Allardyce, que fue contratado por dos años, no quiso hacer comentarios al diario.
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