Sonrientes, vestidos de azul y luciendo la flamante Copa de Europa se mostraron esta tarde los jugadores del equipo londinense al arrancar un paseo victorioso en la parte alta de un autobús, en el que se leía: “Campeones de Europa”, desde su estadio, Stamford Bridge.
Con fuertes medidas de seguridad, las calles colindantes con el campo del Chelsea, situado al oeste de la capital británica, se abarrotaron de una multitud que hicieron ondear las banderas del club y vitorearon a sus campeones.
Y es que el Chelsea logró en la final disputada en Munich su primer título de Champions en su historia en una emocionante tanda de penaltis (3-4).
Fue un encuentro en el que resultaron claves para el once británico, dirigido por el italiano Roberto Di Matteo, el punta marfileño Didier Drogba y el guardameta checo Peter Cech.
Los dominicales británicos destacaron la dramática victoria del conjunto londinense y subrayaron el papel desempeñado por el jugador de Costa de Marfil.
Para el multimillonario dueño del club, el ruso Román Abramovich, se trató de un sueño hecho realidad desde que compró el equipo hace nueve años.
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