El West Bromwich, el equipo revelación de la Premier League, alargó la sequía de cuatro partidos sin ganar del Chelsea al vencer por 2-1 un igualado y entretenido encuentro que los deja instalados en zona de UEFA Champions League.
Tras cuatro jornadas sin conocer la victoria -dos derrotas y dos empates-, el Chelsea pierde la estela de los dos clubes de Manchester que lideran la competición mientras que el sorprendente West Brom se coloca en cuarta posición a solo un punto del club londinense.
A pesar de la importancia del encuentro y de tener ausencias destacadas como la de John Terry y Frank Lampard, el técnico Roberto di Matteo sorprendió con un once sin el español Juan Mata y al brasileño Óscar pero dando entrada a los españoles Oriol Romeu y César Azpilicueta.
Los Albions, que habían ganado cinco encuentros de los seis disputados en su estadio, demostraron bien pronto por qué se encuentran en lo alto de la tabla y a los diez minutos de juego se adelantaron en el marcador.
El centrocampista escocés James Morrison se internó por la banda izquierda y lanzó al área pequeña donde el irlandés Shane Long, después de ganarle la espalda al brasileño David Luiz, remató a placer con la cabeza para conseguir su sexto gol en lo que va de temporada.
El Chelsea mantenía el balón controlado pero no encontraba la manera de atravesar la ordenada defensa local, que solo parecía sufrir cuando el nigeriano Victor Moses intervenía en el juego.
No fue hasta pasada la media hora de juego que el Chelsea chutó entre los tres palos, con un disparo lejano de Daniel Sturridge que fue respondido inmediatamente con dos claras ocasiones de Long que a punto estuvieron de suponer el 2-0 para la escuadra local.
Estas acciones despertaron a los Blues, especialmente al belga Eden Hazard que empezó a tomar las riendas en ataque de un equipo, que echaba demasiado en falta la clarividencia de Mata y Óscar en la línea de tres cuartos.
El Chelsea encontró en las bandas el sitio donde hacer daño a la sólida defensa de los Albions y marcar el tanto del empate a cinco minutos del descanso con un centro de Azpilicueta que Hazard remató de cabeza al fondo de la red.
Poco le duró la alegría al Chelsea que se encontró otra vez por detrás en el marcador al poco tiempo de reanudar el partido y, de nuevo, por culpa de un centro mal defendido por la zaga blue.
El irlandés Long, uno de los jugadores revelación de este curso, se vistió esta vez de asistente y colocó un peligroso centro entre la defensa y el portero que el ruso de origen nigeriano Peter Odemwingie culminó con un potente cabezazo.
Con el partido cuesta arriba, Di Matteo rectificó su decisión y dio entrada a Mata por un desaparecido Fernando Torres y Óscar por Romeu para agilizar la circulación del balón.
El español dio un aire fresco al ataque blue y sirvió en bandeja el gol del empate a Sturridge que, sin embargo, no supo resolver el uno contra uno ante el portero.
Sturridge nuevamente y Cech, que había subido a rematar un córner, pudieron igualar el encuentro que finalmente terminó en 2-1, alargando la mala racha del Chelsea una jornada más y haciendo estallar la euforia en el estadio del modesto West Bromwich que con esta victoria se instala en zona Champions.
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