Un Manchester City al que le faltó definición no pudo pasar el sábado del empate a cero a domicilio en la décima jornada de la Premier League ante el West Ham, que hizo valer su seguridad defensiva y su presión adelantada.
Los Citizens desaprovecharon con el empate la opción de superar en la tabla al Chelsea, que hoy cedió el liderato de la Premier, y quedan terceros en la tabla con 22 puntos, uno menos que los Blues y dos por detrás del nuevo líder, el Manchester United.
Con el seleccionador de Inglaterra, Roy Hodgson, observando con atención el encuentro desde las gradas del Upton Park, el West Ham mostró desde el inicio su intención de complicarle la vida a los de Roberto Mancini.
Los visitantes habían saltado al campo con la confianza de que su poderoso ataque, con el italiano Mario Balotelli, el argentino Carlos Tévez y el bosnio Edin Dzeko, acabaría por imponerse a la defensa del West Ham por su calidad técnica.
La presión avanzada de los de Sam Allardyce puso en duda esa tesis, sin embargo, desde los primeros minutos, cuando quedó claro que los Citizens no encontrarían facilidades para alcanzar el área del veterano arquero finlandés Jussi Jääskeläinen.
La ausencia del español David Silva, que sigue con molestias por la lesión muscular que sufrió en un encuentro internacional con la selección española ante Francia, no hacía más que agravar los problemas que sufrían los de Mancini para organizar su ataque.
El técnico italiano, además, decidió una vez más dar descanso de inicio a su principal estrella, el argentino Sergio Kun Agüero, en previsión del encuentro de Liga de Campeones del próximo martes frente al Ajax, quizás la última opción del City de seguir vivo en la máxima competición continental.
Ante las dificultades para trenzar ataques, la primera línea visitante se veía obligada a retroceder para buscar balones a su propio campo.
Desde el inicio, las armas de los Citizens, con el francés Samir Nasri repartiendo el juego, se demostraron insuficientes para superar el reto que planteaba un West Ham que aspiraba a rozar las posiciones europeas de la tabla con una victoria.
El empate era, aún así, un resultado adecuado para los locales ante los actuales campeones de la Premier, por lo que el técnico Allardycem parecía satisfecho en el banquillo ante la incomodidad que estaban creando los suyos en los Citizens.
El inglés Gareth Barry tuvo en sus botas la ocasión para decantar el duelo a favor de los visitantes cerca del minuto 70, pero falló ante el portero, y Mancini, con la paciencia ya agotada, decidió sacar del campo a Balotelli para dar entrada al Kun a veinte minutos para el final.
A pesar de sus esfuerzos, el exatacante del Atlético de Madrid no pudo hacer en ese tiempo lo que sus compañeros no habían logrado en el resto del duelo, romper el cerrojo que el West Ham había plantado ante su área.
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