El marfileño Gervinho y el alemán Lukas Podolski desatascaron al Arsenal ante el Olympiacos y le dieron tres puntos que le colocan muy cerca de los octavos de final de la UEFA Champions League, mientras que a los griegos, con cero puntos, les ocurre lo contrario.
No fue un encuentro fácil para los londinenses, en cuya formación inicial figuraban los españoles Mikel Arteta y Santiago Cazorla. Y no lo fue porque el Olympiacos dispuso un once defensivo que supo anular durante muchos minutos las acometidas de los de Arsene Wenger. Konstantinos Mitroglou fue su única referencia clara en el ataque, mientras Gervinho y Podolski fueron los jugadores más incisivos del Arsenal.
Con Arteta, que fue duda hasta el último momento, intentando llevar la batuta de su equipo y Cazorla como mediapunta para dar el último pase, el Arsenal no era capaz de encontrar la profundidad necesaria para llevar peligro hasta la portería de Megyeri y abusaba de mucho toque en el centro del campo.
Sin embargo, en el minuto 43 Gervinho, el mejor futbolista del partido, agarró un balón al borde del área del Olympiacos para tirar ajustado al palo derecho del cancerbero visitante y batirle haciendo el 1-0. Pero sólo tres minutos después, Mitroglou anotó el empate de un magnífico testarazo a pase de Greco. Un golazo que volvía a poner las cosas como al principio.
En la segunda mitad, el Arsenal sacó provecho de la velocidad en las incursiones por la banda izquierda de Gervinho, un filón en este período para su equipo, y en una de ellas provocó el segundo tanto, firmado por Lukas Podolski, que enganchó un balón dentro del área para batir a un desafortunado Megyeri.
Era el minuto 56, quedaba mucho tiempo por delante, pero el entrenador griego no hizo cambios hasta el 67 (Abdoun salió por Greco) y el 71, cuando sacó al campo al argentino Ariel Ibagaza, ex del Atlético de Madrid, en lugar de Diakité, para buscar ya a contrarreloj el empate, mientas que Wenger dio descanso a sus puntas, Gervinho y Podolski.
Sí logró el Olympiacos ganar en posesión de balón en ese último tramo del partido, pero no sufrió el Arsenal para mantener la ventaja e, incluso, aumentarla. Se encargó de hacerlo el galés Aaron Ramsey, que firmó el 3-1 en el minuto 94 al culminar un contragolpe de los suyos.
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