El Gobierno y los medios uruguayos expresaron ayer su apoyo al delantero del Liverpool inglés Luis Suárez, suspendido por presuntos insultos racistas, pero surgieron voces pidiendo que se luche contra la discriminación en un país donde apodos y calificativos sobre aspecto físico es moneda corriente.
Suárez fue suspendido por 8 partidos por la Federación inglesa (FA) basándose en el testimonio de Patrice Evra, del United, quien denunció el insulto.
"Hay una cierta indignación por el cariz que ha tomado este hecho", dijo el director nacional de Deportes de Uruguay, Ernesto Irureta, que estimó que el fallo es "desproporcionado" y que no hubo las garantías del debido proceso.
"Injusticia británica", tituló Ultimas Noticias, que calificó el fallo de "irracional".
Miguel Angel Pereira, de la organización no gubernamental Mundo Afro sostuvo que "en Uruguay existe racismo" y que se manifiesta de varias formas.
El ‘9’ está afectado
El delantero uruguayo Luis Suárez, del Liverpool inglés, suspendido ocho partidos por la federación de ese país (FA) por insultos considerados racistas, está dolido por la sanción pero "va a defender su inocencia hasta las últimas consecuencias", dijo en Montevideo su representante legal.
"Esto lo tiene muy afectado pero nos ha comunicado que va a redoblar los esfuerzos para seguir jugando de la mejor manera posible no solo con el club inglés sino con la selección uruguaya", expresó en conferencia.
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