Manchester City del español David Silva cayó por primera vez esta temporada en la Liga inglesa ante el Chelsea en Stamford Bridge (2-1) y rebaja a dos puntos su ventaja sobre el Manchester United.
Un gol del italiano Mario Balotelli en el minuto dos pareció encarrilar el partido para los del técnico Roberto Mancini, pero el fútbol físico del Chelsea se acabó imponiendo ante unos "citizens" que cierran una semana negra, en la que ya cayeron eliminados de la Liga de Campeones.
El Chelsea, por su parte, clasificado para los octavos de la Champions tras arrollar al Valencia, logró con el resultado ante el City despejar definitivamente las dudas que había sembrado durante el mes de noviembre, cuando recogió resultados irregulares y cayó de los primeros puestos de la clasificación.
El inglés Frank Lampard y el portugués Raul Meireles aseguraron el partido para los locales, que recuperaron en el segundo tiempo el dominio del juego ante un Manchester City que se había quedado con diez jugadores sobre el césped.
El español Fernando Torres, que apenas ha disputado unos minutos con el equipo en los últimos encuentros, parece haber perdido la confianza de Villas-Boas, y no llegó a salir esta noche del banquillo en uno de los encuentros clave de la primera vuelta de la liga.
Los planes de Villas-Boas, que había imaginado un encuentro trabado en el centro del campo, saltaron por los aires cuando, con apenas dos minutos de juego disputados, los de Mancini asestaron un mazazo a los locales, que prácticamente no se habían situado todavía sobre el césped de Stamford Bridge.
El "Kun" Agüero recibió un balón en el centro del campo y recorrió unos metros en horizontal para arrastrar a gran parte de la defensa de los "blues", muy adelantada en ese momento.
El movimiento táctico del internacional argentino sirvió para despejar la zona donde se encontraba Balotelli que, con el esférico pegado al pie, avanzo hacia la portería, dejó en el suelo al guardameta Petr Cech y empujó el balón a la red.
El Chelsea volvía a evidenciar problemas en su última línea, como le viene sucediendo durante toda la temporada, y a los delanteros rivales volvía a resultar sencillo ganar la espalda de los centrales "blues".
En ese escenario, el partido parecía cómodo para los visitantes, que no corrían riesgos y ralentizaban el juego ante un Chelsea que solo cobraba vida en algunas apariciones puntuales de Drogba, que utilizaba su fuerza física para superar a los defensas de Mancini, aunque no llegaba a inquietar al guardameta Joe Hart.
En el momento más inesperado, quizás gracias a que los "citizens" se confiaron demasiado, los locales equilibraron el marcador en una veloz jugada.
El inglés Daniel Sturridge desbordó al lateral del City al borde del área y lanzó un centro preciso para que el portugués Raul Merieles solo tuviera que poner la bota y superar a Hart.
El empate y el descanso dieron oxígeno a los locales, que se conjuraron en el medio tiempo para arrebatar el balón a los de Mancini, que vieron como, por primera vez en el encuentro, tenían que perseguir a los jugadores del Chelsea.
La situación se agravó para los de Mancini cuando el defensa francés Gael Clichy vio la segunda amarilla por una entrada sobre el brasileño Ramires, una circunstancia que obligó al técnico italiano a sacrificar a Agüero para que fuera Balotelli quien se quedara solo en la punta.
A pesar de su dominio sobre el césped, los "blues" no lograban inquietar en exceso a Hart, hasta que el veterano Frank Lampard no dudó en responsabilizarse de un penalti, a menos de diez minutos para el final, que terminó con las esperanzas que conservaban los visitantes de salvar un punto en Stamford Bridge.
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