miércoles, 4 de enero de 2012

Tottenham 1 - 0 West Brom

Victoria 1-0 de un Tottenham que suma y sigue, acercándose a la cabeza de la Premier League. El partido tuvo un dominio absoluto de los spurs que sometieron al West Brom a una presión asfixiante hasta los últimos minutos, donde los visitantes se acercaron y pudieron empatar.

Se enfrentaban en White Hart Lane el tercer clasificado y el decimocuarto. Por lo tanto, obligación por parte de los locales de conseguir la victoria si querían seguir apretando a los dos equipos de Manchester tras los últimos tropiezos que han tenido ambos.

El centrocampista Scott Parker estuvo ausente por lesión. En su lugar, Jermain Defoe entraba en el once inicial por primera vez desde la victoria sobre el Bolton en el inicio de diciembre. El West Brom no podía contar con Shane Long y Chris Brunt, ambos lesionados. El mediocampista James Morrison estaba en el banquillo tras recuperarse de una lesión en el muslo, mientras que George Thorne debutaba en la Premier League.

El inicio de partido ya presagiaba lo que iba a ser la noche londinense: 5 corners en 3 minutos para los de Harry Redknapp y acoso total hacia la portería de Foster. Los londinenses llevaron el peso del encuentro en la primera mitad, mientras que el West Brom se agazapó atrás buscando las contras mediante el delantero nigeriano Peter Odemwingie, única referencia ofensiva del conjunto de Roy Hogdson.

La lesión de Sandro obligó a Harry Redknapp a dar entrada a Jake Livermore en el eje del medio campo, en un momento donde los spurs no encontraban los espacios para llegar con claridad al área rival. Van der Vaart estuvo muy fallón, y el peligro vino fundamentalmente por parte de Gareth Bale, omnipresente en todo el frente de ataque con libertad de movimientos. El primer acto terminó con los spurs dominando pero jugando demasiado por el centro y sin profundidad.

El segundo tiempo siguió exactamente el guión establecido en el primer tiempo: el Tottenham con la posesión pero muy por el centro, echando de menos quizás al lesionado Aaron Lennon.

El previsible gol llegó en el minuto 62, por obra y gracia de Jermain Defoe, que recogió de espaldas en el área un envío lateral de Bale, se giró y cruzó el balón imposible para Foster. Un resultado lógico viendo el arrinconamiento sufrido por el West Brom a lo largo de todo el encuentro.

Tras el gol la reacción del West Brom fue nula y el partido transcurrió con tranquilidad para el Tottenham que no vio peligrar el resultado en ningún momento. Hubo un momento de nerviosismo cuando los spurs se quedaron con 9 jugadores por lesiones varias, situación momentánea pero que pudo haber tenido consecuencias negativas.

Fue en los minutos finales del encuentro cuando los pupilos de Roy Hogdson apretaron y pudieron empatar el choque en base a un juego más directo. El Tottenham demostró que llega cansado a los minutos finales de los partidos, ya que Harry Redknapp no ha rotado en este frenesí de partidos invernales en Inglaterra.

En definitiva, importante victoria del Tottenham que no ceja en su empeño por pelear por una Premier League que parecía coto cerrado para los dos gigantes de Manchester. El día 11 recuperará el partido que se aplazó en la primera jornada frente al Everton, lo que le permitirá, si vence, a acercarse incluso a 3 puntos del Manchester City, actual líder. Suma y sigue.

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